
La relocalización de las familias
El drama que desde hace décadas viven las casi 18 mil familias que habitan las orillas de riachuelo comenzó a revertirse en los últimos dos años a partir de la puesta en marcha de los planes oficiales de relocalización, que incluyen viviendas nuevas con servicios básicos garantizados, que para muchos son la puerta de entrada a una vida nueva y más justa.
Se trata de personas que durante años padecieron el drama del olvido, la pobreza y la contaminación, un cóctel tan "dañino como inaceptable", según el razonamiento que alienta a los trabajadores sociales y profesionales que participaron de las organización de los traslados de parte de los pobladores ribereños de las villas 21-24 y 26, del barrio porteño de Barracas.

Hasta el momento se construyeron 2.633 viviendas, otras 4.447 se encuentran en ejecución y está proyectado el inicio de la construcción de otras 2.786, según las cifras oficiales de Acumar. Los departamentos son de 1, 2 y tres ambientes, de acuerdo a las necesidades de cada familia, y se entregan completamente equipadas, con cocina, calefón, estufas y servicios completos: agua potable, telefonía, cloacas, gas y electricidad.
El trabajo no el fácil y los problemas que se presentan para el traslado sólo es posible solucionarlos a través del consenso, dijo a Télam el Director Ejecutivo de Acumar, Jorge Calzoni, quien además lamentó la existencia de "demoras en la relocalización de viviendas, no solamente por la construcción sino también porque se trata de un problema social bastante más complejo".

Calzoni sobre la relocalización
"Si bien se ha avanzado en ambas márgenes, la realidad es que todavía falta", apuntó el funcionario, no obstante lo cual se mostró confiado en la posibilidad de solucionar los problemas que se van presentando.
En los partidos de Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora ya se le dio solución a la mayoría de las familias que habitaban las orillas, y se está en proceso de dar una alternativa habitacional definitiva a los castigados vecinos de Villa Inflamable, ubicada en el corazón del polo petroquímico de Dock Sud.
Otros asentamientos ribereños como la Villa 26, y parte de la Villa 21-24, en Barracas, ya iniciaron el proceso de traslado a complejos habitacionales construidos en Luzuriaga y Olavarría y en Castañares y General Paz. Otros inmuebles, cuya construcción está en marcha, estarán emplazados en las Calles Lacarra y San Antonio.