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Pionera a nivel nacional en la implementación de políticas de protección de los recursos naturales, en plena Patagonia argentina, Chubut ofrece una decena de áreas en las que se promueve el especial cuidado de la biodiversidad. Un itinerario que recorre cuatro comarcas, que van de la Cordillera de los Andes a la Costa Atlántica, tal como describe la agencia Tur Noticias.
 
El subsecretario de Turismo de la provincia, Leonardo Gaffet, indicó que la política de "la provincia tiene una orientación ecoturística y se asienta en la protección de sus recursos”.
 
En Chubut existen numerosas áreas para el desarrollo de caminatas interpretativas de la naturaleza, a través de senderos de fácil acceso, cortas distancia y poca dificultad física, además de espacios para el avistaje de aves, conocido como birdwatching.
 
Los safaris fotográficos con diferentes niveles de especialización, con otra de las opciones que se encuentran en el territorio chubutense, a la que se suma el buceo en lugares como Puerto Madryn, que permite la contemplación y el conocimiento de riquezas naturales de la flora y la fauna que habitan en ese ambiente.
 
Finalmente, integran este rubro también las actividades de agroturismo en establecimientos rurales de diversos puntos de la provincia, donde los viajeros experimentan la cotidianeidad de los pobladores, su forma de vida y sus técnicas de producción.

 
"La provincia tiene una orientación ecoturística y se asienta en la protección de sus recursos”
Leonardo Gaffet


Una de las primeras comarcas recomendadas para las prácticas de Ecoturismo es Virch-Valdés, integrada por Punta Tombo, Punta León, Punta Loma y Península Valdés.
 
Punta Tombo, a escasos kilómetros de Puerto Madryn, es un destino elegido para el avistaje de pingüinos, por tratarse de la colonia continental más grande del país, a la que durante los meses de agosto a septiembre llegan más de un millón de ejemplares. La excursión es de día completo y permite el reconocimiento también de gaviotas, skúas, cormoranes, gaviotines y ostreros.
 
En tanto, Península Valdés es una porción de tierra triangular, situada en las costas de Chubut, declarada por UNESCO Patrimonio Natural de la Humanidad. Un lugar para el avistaje de ballenas y pingüinos, entre otras especies de fauna marina.

En su interior, hay diversas áreas protegidas como: el Parque Marino Provincial del Golfo San José, excelente para el buceo entre arrecifes; la Reserva Faunística Punta Norte, con lobos y elefantes marinos; y, la Reserva Isla de los Pájaros.
 
Punta Loma es el Área Natural Protegida más antigua del territorio provincial y preserva una colonia de lobos marinos de un pelo. Unas 1.700 hectáreas ubicadas a 17 kilómetros de Puerto Madryn, en las cuales también se avistan ballenas francas, delfines, cormoranes y gaviotines.
 
La segunda comarca es la de la Meseta Central, integrada por Piedra Parada y Laguna Aleusco. Piedra Parada, ubicada a 130 kilómetros de Esquel, es una milenaria formación rocosa de origen volcánico que sorprende al viajero en plena estepa patagónica con más de 260 metros de altura y al menos 100 de ancho en su base.
 
Allí se realizan avistajes de pinturas rupestres, troncos petrificados y huesos fosilizados. Es un área de escalada tradicional y en la zona del Cañadón de la Buitrera hay pesca, cabalgatas, trecking y rappel.
 
Por su parte, Laguna Aleusco se encuentra en cercanías de la localidad de Colan Conhue, cuyo espejo de agua es habitado principalmente por flamencos.
 
El tercer circuito de Ecoturismo visita la Comarca de los Andes, donde se encuentra Esquel y los parques nacionales Los Alerces y Lago Puelo, con excursiones de pesca deportiva, rafting, trecking y cabalgatas.


 
El Parque Nacional Los Alerces, situado en la región cordillerana de Chubut, protege 263 mil hectáreas de bosques de alerces, uno de los árboles de mayor longevidad del planeta. El área posee una cuenca de 14 lagos conectados y 28 senderos de trecking. Además, sorprende con un Alerzal Milenario, pinturas rupestres y un ventisquero colgante.
 
El Parque Nacional Lago Puelo se encuentra sobre los faldeos del cerro Currumahuida y es un área de transición a la que se considera “laboratorio genético” por albergar tanto los bosques y estepa patagónicos como los altos Andes. Se trata de 27.674 hectáreas, en el límite con Chile, las cuales durante el verano invitan a la práctica de actividades de aventura en plena naturaleza.
 
En esta misma comarca se suma el Lago Baggilt, a unos 20 minutos de Trevelin, al que se accede en vehículos 4x4 para circuitos guiados de trecking, salidas de pesca y avistaje de huemules.
 
Finalmente, el Corredor Central visita las áreas protegidas sobre la denominada Ruta Azul. El Bosque Petrificado José Ormachea, se encuentra a unos 25 kilómetros de Sarmiento y poco más de 160 de Comodoro Rivadavia. Se trata de una formación de la Era Cenozoica con una edad aproximada de 65 millones de años.
 
Uno de los principales atractivos de la denominada Ruta Azul -que recorre un conjunto de parques marinos situados entre Comodoro Rivadavia (Chubut) y Río Gallegos (Santa Cruz)- es el Parque Marino Costero Patagonia Austral. Unas 130 mil hectáreas protegidas que cubren un centenar de kilómetros de costas del Cabo Dos Bahías y la Bahía Bustamante, además de unas 60 islas e islotes. Fue la primera área protegida del país con jurisdicción en el mar y preserva más de 40 especies de aves y diez de mamíferos.
 
La reserva costera Cabo Dos Bahías es una de las más importantes de la Patagonia y sorprende al viajero con una colonia reproductora de pingüinos, guanacos, zorros, ñandúes y lobos marinos. El distintivo lo constituyen el azul de sus aguas y las rojizas piedras que la rodean.
 
Finalmente, Punta del Marqués, al sur de Comodoro Rivadavia, es una meseta que penetra unos 15 kilómetros en el mar para convertirse en la saliente más notable del centro del Golfo San Jorge. Creada en 1985, es un apostadero no reproductivo de lobos marinos de un pelo.
 
 
 
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