
El proyecto
A mediados de los años sesenta Osvaldo Bayer comenzó a investigar las huelgas patagónicas y su trágico desenlace, un tema que durante su infancia formaba parte de las conversaciones de la familia ya que sus padres habían vivido en Río Gallegos, muy cerca de la cárcel en la que fueron encerrados algunos huelguistas. Las diferentes versiones de los hechos despertaron la curiosidad de Bayer: mientras su padre recordaba con pesar el sufrimiento de los huelguistas, su madre minimizaba los hechos de un modo más ajustado a la versión oficial. Bayer guardó algunos panfletos y documentos coleccionados por su padre en aquella época, que serían el punto de partida de una profunda investigación que le llevó más de siete años.
Poco se sabía del tema hasta ese entonces. El abogado y periodista Jose Maria Borrero, que había sido testigo directo de los hechos, hizo su aporte en 1928 con la publicación de La Patagonia trágica, en donde testimoniaba los inicios de las huelgas patagónicas. Un anunciado segundo tomo, a llamarse Orgía de sangre, nunca llegó a ser publicado.
El escritor y ensayista David Viñas , por su parte, publicó en 1958 la novela Los dueños de la tierra. Su padre, Ismael Viñas, había sido el juez enviado por el gobierno de Hipólito Irigoyen para interceder durante la primera etapa del conflicto.


Héctor Olivera
Director, guionista y productor cinematográfico.
El director y su acercamiento a las fuentes.
Así, La Patagonia rebelde sería el título más emblemático de Aries Cinematográfica, productora fundada por Olivera y Fernando Ayala y que realizó hasta el día de hoy un total de 102 películas.
El contrato entre Bayer y Aries se firmó con el compromiso de respetar el espíritu del libro, incorporando al autor en la elaboración del guion y posteriormente en la elección de las locaciones.

El rol de Bayer en el proyecto y el rodaje.
Todo esto sucedió durante la breve primavera Camporista, en un escenario más que alentador para un proyecto que, entre otras cosas, denunciaba la alianza histórica entre la derecha y el Ejército Argentino. Una vez terminado, el guion fue presentado al Ente de Calificación presidido por Octavio Getino , quien había co-dirigido em 1968, junto a Pino Solanas, La hora de los hornos. Su aprobación fue inmediata, al igual que en el Instituto de Cine, en ese entonces presidido por el veterano director Mario Soffici , quien con entusiasmo otorgó el préstamo necesario para la realización de la película.
Tal cual consta en la apertura de la película, algunos hechos fueron condensados y los nombres de varios personajes fueron modificados con respecto al libro de Bayer. Esto se debió, en muchos casos, a razones puramente cinematográficas, pero lo cierto es que aún en democracia los militares eran capaces de poner obstáculos. Olivera y Ayala sabían muy bien que tan lejos podían llegar con el guion y optaron por cambiar los nombres de algunos militares, como el del teniente Anaya, todavía vivo en ese entonces y con descendientes en las armas. También desecharon una escena que a Bayer le hubiera encantado incluir, aquella en la que un grupo de prostitutas se negaron a prestar sus servicios a los soldados que habían consumado la matanza de los obreros.

Olivera y el contexto político al inicio del rodaje.
Y así fue que Aries Cinematográfica partió hacia el sur para iniciar el rodaje en enero de 1974.
El rodaje
La película comenzó a filmarse en enero de 1974. Se trató de una aventura cinematográfica única hasta ese entonces, tanto por la envergadura del proyecto como por las condiciones en las que se iba a desarrollar. Pocas veces el cine argentino se había adentrado tan profundamente en las inmensidades patagónicas y mucho menos para abordar un tema tan comprometido. La empresa requería la máxima organización por parte de la productora Aries, que había llevado hasta Santa Cruz a un nutrido grupo de técnicos y actores y programado jornadas de rodaje en locaciones por lo general muy distantes unas de otras. La mayoría de las escenas fue rodada en localidades carentes de infraestructura o directamente en exteriores a campo abierto. En muchas ocasiones, según relata Federico Luppi

Federico Luppi
Actor.
Federico Luppi recuerda el rodaje de la película.
La comunidad de Santa Cruz recibió con entusiasmo al equipo de filmación y a los actores que llegaban para recrear un episodio fundamental de su historia.

Luppi y el contacto con los lugareños.
Una de las personas que más colaboró con el rodaje de La Patagonia rebelde fue el gobernador de Santa Cruz ,Jorge Cepernic , a quien Bayer había conocido cuando realizaba la investigación. Olivera recuerda su valiosa colaboración:

El director resalta el valioso aporte de Cepernic.

Otra valiosa participación de Cepernic.
La etapa de rodaje concluyó en los estudios Baires de la localidad bonaerense de Pacheco. De día fueron filmadas las escenas de interiores y de noche se iba realizando el montaje mientras Oscar Cardozo Ocampo avanzaba con la banda musical. Con tan sólo un mes de pos producción, La Patagonia rebelde estaba lista para ser presentada al Ente de Calificación. Era el 5 de abril de 1974.