La centralidad política que adquirió el 7D es difícil de exagerar. Si el kirchnerismo nos acostumbró en estos años a una agenda política particularmente frondosa, es necesario remontarse a los días de la resolución 125 -casi cinco años atrás- para encontrar un momento donde todos los actores parecen querer anotarse en la misma lista de oradores.
El Gobierno promulgó "de hecho" la ley que regula el recurso de "per saltum", habilitando a la Corte Suprema a intervenir en determinadas causas aunque no se hayan agotado las instancias ordinarias previas.