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La crisis que envuelve a Egipto, con enfrentamientos entre islamistas y laicos opositores, que anoche causaron la muerte de al menos seis personas, llevaron al presidente, Mohamed Mursi, a realizar una reunión de urgencia con su gabinete y mandos del Ejército para tratar de devolver la estabilidad al país.

Además de las seis víctimas, entre ellos un periodista, "al menos 350 personas resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad", aseguró a la agencia de noticias DPA Mohamed Sultan, director del servicio gubernamental de ambulancias.



Fuentes del Ministerio de Sanidad informaron a la agencia de noticias EFE que el periodista trabajaba en el diario independiente Al Fagr y se encuentra en estado de muerte clínica por un disparo en la cabeza.

Hoy, a primera hora de la mañana y tras los luctuosos enfrentamientos que comenzaron en la tarde de ayer, efectivos de la Guardia Republicana y de la Seguridad Central con ocho tanques se desplegaron "en forma amplia" en las inmediaciones del palacio presidencial.

La agencia de noticias estatal Mena precisó que la Guardia Republicana -una división altamente armada del Ejército, encargada de proteger las instalaciones estratégicas del país- desplegó ocho tanques y diez vehículos blindados en las calles Merghany e Ibrahim Laqani, en las proximidades del complejo presidencial.

Las tropas de élite de la Guardia Republicana rodean el edificio en un suburbio en el este de la capital "para garantizar la seguridad ante posibles transgresiones", precisaron.

Estabilidad

Según la información de Mena, que reproduce la agencia de noticias EFE, Mursi se reunió posteriormente con el jefe de la Guardia Republicana, Mohamed Zaki, el director de la Inteligencia, Rafaat Shehata, y con varios ministros.

El portavoz de la presidencia, Yaser Ali, explicó que durante la reunión estudiaron el último estallido de violencia y la forma de abordar la situación desde el punto de vista de la seguridad, político y legal para conseguir la estabilidad.



Además de Zaki y Shehata, en el encuentro estuvieron presentes el primer ministro, Hisham Handil; y los titulares de Defensa, Abdel Fatah al Sisi; de Justicia, Ahmed Meki; del Interior, Ahmed Gamal; de Información, Salah Abdel Maksud, y de Estado para los Asuntos de los Consejos Fiscales, Mohamed Mahsuf.

Ante la grave crisis institucional, la radio estatal anunció hoy que el presidente Mursi pronunciará un discurso dirigido a la nación, aunque no precisó la hora en que lo brindará.

Constitución

La tensión entre las distintas fuerzas egipcias fue en aumento desde que Mursi blindara sus poderes ante la Justicia hace dos semanas y convocara recientemente un referendo sobre la nueva Constitución para el próximo 15 de diciembre.

Esta movida no sólo fue rechazada por las fuerzas opositoras, sectores laicos y ONGs, sino también por distintos países que hoy reiteraron su preocupación por la inestabilidad política que está envolviendo a Egipto.



Otra prueba de lo volátil del momento lo marca la renuncia presentada por el vicepresidente copto del Partido Libertad y Justicia (PLJ), Rafiq Habib, también consejero del presidente egipcio Mohamed Mursi, quien anunció también su dimisión a la fuerza política de los Hermanos Musulmanes.

Habib explicó en su cuenta en Facebook que su renuncia no está relacionada con los sucesos actuales ni se produce en protesta por las posturas de nadie, pese a que se produce en medio de la tensión existente en el país por los choques entre detractores y partidarios de Mursi.

 
Diálogo Nacional

No sólo la oposición y los sectores laicos reclaman un cambio a Mursi, sino también lo empezaron a hacer desde los islámicos también.

El guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, hizo hoy un llamamiento en su sermón semanal a "unirnos para construir nuestra nación y hacer que los intereses supremos venzan a los personales, para reconstruir lo destruido por los opresores".

"el objetivo del diálogo es llegar a la verdad y no que uno venza a otro"
Mohamed Badía


"Nuestras discrepancias y divisiones no sirven más que a los enemigos de la `umma´ (nación islámica)", enfatzió Badía, quien subrayó que "el objetivo del diálogo es llegar a la verdad y no que uno venza a otro".

En su alocución, titulada "Valores principales para el renacimiento de la `umma´", el dirigente islamista animó a sus compatriotas a unirse para lograr que Egipto renazca y se construya, aunque matizó que "esto no se va a lograr si no es con los valores del islam".

Por su parte, la institución islámica de Al Azhar, la más importante del mundo sunnita, pidió hoy a Mursi que suspenda la declaración constitucional que blindó sus poderes ante la Justicia y desencadenó la ola de protestas y enfrentamientos.

Al Azhar, encabezado por el imán de la institución, Ahmed al Tayeb, solicitó, en un comunicado la suspensión del acta y reiteró su llamamiento a que se celebre un diálogo nacional de inmediato en el que participen todas las fuerzas políticas.

Este órgano subrayó, además, que ese diálogo debe llevarse a cabo "sin condiciones previas".
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