etiquetas
multimedia
Según informaron fuentes judiciales, Adrián Avalos (35), único imputado por los crímenes de las dos mujeres, fue sentenciado por la Sala 2 de la Cámara del Crimen de la capital entrerriana, integrada por Marcela Davite, Marcela Badano y Ricardo Bonazzolla.
La condena coincidió con el pedido de pena máxima que habían formulado durante los alegatos el fiscal Rafael Cotorruelo y el abogado querellante Marcos Rodríguez Allende por "homicidio calificado con alevosía y aborto en concurso ideal y homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía".
El hecho ocurrió el 8 de agosto de 2011 en el barrio Humito, en la zona sudoeste de la capital provincial, cuando Avalos cumplía una pena de nueve años y ocho meses de prisión por una violación ocurrida en la ciudad de La Paz. 
Mientras estaba detenido en la cárcel local, Avalos conoció y se casó con Vanina Hemmerling (37), por lo que el Superior Tribunal de Justicia le otorgó salidas condicionales, pese a la oposición del Ministerio Público Fiscal y a los dictámenes de psiquiatras y psicólogos que alertaban sobre su peligrosidad. 
En uno de esos permisos, Avalos salió de la Unidad Penal Nº 1 con permiso para trabajar y pocas horas después su mujer y la hija de ésta, Adriana Cetáu (17) y embarazada de tres meses, fueron halladas calcinadas. Los cadáveres tenían signos de que ambas mujeres habían sido previamente golpeadas y la menor de ellas baleada y que, luego, Avalos incendió la precaria vivienda para borrar rastros.
Hemerlin y su hija presentaban fuertes golpes en varias partes del cuerpo y la adolescente había recibido, además, dos
disparos, uno en el pecho y otro en la ingle. Los cuerpos fueron hallados sobre un colchón al que el homicida le prendió fuego. Cuando llegaron a la humilde vivienda, la Policía y los bomberos encontraron que los cuerpos tenían encima otro colchón de goma espuma, que presumiblemente el asesino colocó con intención de asegurarse que las llamas destruyeran los dos cuerpos.
El agresor también dejó una pequeña cocina con las hornallas abiertas para que el fuego se extendiera a toda la vivienda.  El hallazgo de los cuerpos se produjo luego de que la policía fue alertada de la existencia de un incendio en el dormitorio de una vivienda situada en calle Palestina, del barrio Humito.
Tras forzar una puerta que estaba atada con alambres desde afuera, encontraron en el dormitorio de la casa los dos cuerpos calcinados.
Avalos no se encontraba en el lugar al momento del hecho y fue ubicado horas más tarde en la ciudad de La Paz, a 200 kilómetros al norte de Paraná, adonde había viajado supuestamente por razones laborales.
Vecinos dijeron a la Policía que Avalos había salido de la casa alrededor de las 6, aunque el fuego fue detectado poco antes del mediodía.
Tras ser ubicado en La Paz, Avalos viajó a la capital entrerriana, pero al llegar a su casa los vecinos intentaron lincharlo y lo acusaron de los crímenes de las mujeres. El hombre tuvo que ser auxiliado por la policía y finalmente quedó detenido en la alcaidía de tribunales.
etiquetas
multimedia