La demanda fue iniciada en 2003 por varias empresas discográficas cuando el imputado tenía 16 años y se sospechaba que desde su computadora se habían bajado, en principio, siete temas. En aquel entonces, la Justicia estadounidense le trabó una multa de 5520 dólares a la que Tenenbaun apeló e inició una campaña en la Web a favor de la libre circulación de bienes culturales.
De ahí en más la causa continuó y finalmente la jueza de Massachusetts Rya Zobel falló a favor de las discográficas. Sobre el físico graduado en la Universidad de Boston pesa una condena por haber descargado unas 31 canciones de la red, aunque en el transcurso del juicio el joven reconoció haber bajado unas 800 piezas musicales a lo largo de su vida.
El caso fue conocido como "Sony vs. Tenembaun? y en 2007 llegó a la Corte Suprema del Estado debido a que el abogado defensor del acusado elevó una serie de apelaciones en las que se argumentaba que su defendido era víctima de un "evidente abuso del poder federal? y que los fallos que había recibido eran inconstitucionales.
Tenembaun se transformó en uno de los íconos estadounidense más renombrados en las campañas a favor de la libre circulación de contenidos en la Web. Según el diario español El País, una vez que se supo el dictamen de la Justicia, el joven rechazó las donaciones de partidarios que querían ayudarlo a pagar la multa y su abogado anunció que continuará con las apelaciones necesarias para que su defendido no abone los 675 mil dólares.
Por otra parte, las organizaciones defensoras del derecho de autor celebraron la noticia. "Estamos muy agradecidos por el fallo del jurado y el reconocimiento de los efectos de las descargas ilegales en la comunidad musical. Apreciamos que el señor Tenenbaum finalmente reconoció que los artistas y las empresas musicales merecen ser pagadas por su trabajo?, enfatizó un comunicado emitido por la Asociación de la Industria Discográfica en Estados Unidos (RIAA).