La entidad que designa las direcciones de Internet dio a conocer hoy la lista de eventuales nuevos dominios que se encontrarán en la red. Las 22 clásicas terminaciones del tipo .com, .net o .tv perderán su exclusividad para convivir de forma irreversible junto a otras de lo más diverso, como .africa y .porn, entre una gama infinita de terminaciones.

Este cambio de políticas dispuesto por la ICANN (Corporación de Internet de Asignación de Nombres y Números) implica que de ahora en adelante se podrá acceder al sitio de una marca o entidad bajo un sufijo que derive en un nombre cualquiera, no necesariamente relacionado a una tipología específica, sea comercial, una empresa periodística, de sistemas o industria audiovisual.

Así, por ejemplo una multinacional podrá poner el nombre del país en donde tenga una representación seguido de la marca, sin la necesidad de registrarse en la autoridad de aplicación que administra las denominaciones geográficas, representadas con subdominios geográficos.

Una de las reservas corresponde a la banca británica HSBC Holdings PLC. De no mediar oposiciones, en un futuro cercano los clientes locales podrán usar www.argentina.hsbc si la casa matriz decide circunscribir bajo ese nombre a su controlada, en lugar de su actual www.hsbc.com.ar.

El cambio implica una agenda infinita de dominios genéricos de nivel superior o top level domain (gTLD, por sus siglas en inglés) que tornará prácticamente efímero el sistema vigente, lo cual también afectará la cesión de ICANN a los países para operar dentro de su territorio, con denominación propia en lo que se conoce como código país o country code (ccTLD). En el caso local: .ar

En Argentina la Cancillería es la encargada de autorizar o denegar peticiones a través de la Dirección Nacional del Registro de Dominios de Internet, dependiente de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación. La solicitud es gratuita y se realiza a través del sitio www.nic.ar.

No se trata de un dato menor ya que ICANN es una entidad sin fines de lucro que tiene un board -directorio- vinculado al sector industrial de las empresas de alta tecnología y sus estatutos responden a las directivas de la Secretaría de Comercio de Estados Unidos.

La falta de claridad en la política de precios, que asocia el valor de una dirección al nombre solicitado, indica que los actuales administradores de la red también podrían perseguir fines recaudatorios. En este sentido, según adelantó ayer el portal Infobae.com, una empresa de hosting con sede en los Emiratos Árabes habría gastado 30 millones de dólares para la reserva de dominios terminados en .law, .doctor y .bank.

La primera etapa de implementación del nuevo estándar abierto inició su proceso de peticiones el 12 enero y cerró el 30 de mayo. Contra lo que podría esperarse, en la lista oficializada por ICANN no aparecen firmas de renombre internacional como las clásicas Coca Cola o Pepsi. Si bien ICANN asegura que no permitirá la compra de nombres como estos por parte de competidores, este organismo de tipo transversal -por su presencia global y carácter mixto- no asegura que una vez finalizadas las rondas iniciales cualquier persona o sujeto jurídico pueda reclamarlos frente a una denotada vacancia.

Por otro lado, en la nómina aparecen peticiones repetidas como .video, .vip, .web, .gratis, sobre las cuales se presume que habrá eventuales soluciones como llamados a subasta.

Precisamente, una de las críticas más contundentes que surge de los Foros para la Gobernanza de Internet (IGF, por sus siglas en inglés) radica en el rechazo de ICANN a toda iniciativa de transferir la administración de este directorio digital a organizaciones como Naciones Unidas. Según esa corporaciónpor, una mediación intergubernamental sería perjudicial para la "libertad? con la que fue concebida Internet.

Desde sus orígenes ICANN tiene sus propias políticas de resolución de disputas, con procesos onerosos que requieren la intervención de abogados especializados capaces de elevar los reclamos ante su comité arbitral. En caso de haber muchas objeciones los tiempos de disputa pueden extenderse por plazos que llegan durar hasta dos años.

Esta situación presenta un escenario irreversible, pero con un periodo de co-existencia y lenta transición que tarde o temprano cambiará los usos en Internet, y en donde teclear .zapatos, .pizza o .faina no escapan a un imaginario de infinitas posibilidades.