Las tensiones y luchas jurídico-políticas por la gestión del derecho de autor y el derecho de copia se ubican principalmente en las capas superiores de Internet. Al igual que otros sistemas de comunicación (como la radio o la televisión), Internet también puede analizarse a través de diferentes capas superpuestas e interdependientes. Así, Internet se compone ascendentemente de una capa material, una capa lógica y una capa de contenidos.
La primera es una capa material (también llamada capa física, de infraestructura o del hardware). Esta capa está compuesta por bienes de calidad material. En ella se pueden encontrar computadoras, servidores, routers, cables y toda la infraestructura que hace posible un medio de comunicación como Internet. La capa material de Internet se caracteriza por estar altamente controlada a través del derecho de propiedad que cubre los soportes de las obras intelectuales.
La segunda de las capas continúa el camino ascendente y es la llamada capa lógica (también descrita como capa del código o del software). Ubicada sobre la capa material, esta capa se compone de bienes y obras de calidad intelectual alcanzadas por el derecho de autor y de derecho de copia. Es decir, está compuesta por todos los programas de computación (software) que hacen que las partes de infraestructura puedan funcionar y ser operativas.
La tercera de las capas se describe como capa de contenidos. Al igual que la capa lógica, la capa de contenidos se compone de bienes y obras de calidad intelectual y, por tanto, está alcanzada por el derecho de autor y el derecho de copia. La capa de contenidos se compone de los bienes y obras del intelecto humano expresados, publicados, distribuidos, trasmitidos por la red: entre otras, obras literarias, musicales, videos, fotografías, animaciones, videojuegos.
Por la calidad de los bienes involucrados y por las regulaciones que las afectan, tanto la capa lógica (software) como la de contenidos están reguladas por el derecho de autor y derecho de copia. Estas dos capas superiores de la red son capas intelectuales y están caracterizadas como espacios más abiertos, dinámicos, colaborativos y de innovación constante. En estas capas la gestión de la cultura y los modelos de negocios industriales se encuentran en constantes cambios a nivel global.
En la República Argentina la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual e iniciativas públicas como la Televisión Digital Abierta, Argentina Conectada o Conectar Igualdad (entre otras) han reactivado la producción nacional y federal de contenidos. Sumado a esto, el éxito y masividad de iniciativas industriales como Taringa! o Cuevana (entre otras) han puesto en debate qué es lo que ocurre con a producción audiovisual y la gestión de los derechos en la capa de contenidos de Internet.
Al respecto pueden formularse varias preguntas. Si la producción de contenidos audiovisuales en la Argentina está en franco aumento cuali y cuantitativo, ¿por qué Taringa!, Cuevana y muchas otras empresas Argentinas no orientan sus modelos de negocio a firmar acuerdos con productores audiovisuales (regionales, nacionales o locales) y gestoras colectivas para servir de canales o plataformas de distribución de series televisivas, documentales o películas de producción nacional?
Entre muchas otras preguntas relevantes, ¿por qué las empresas de las industrias culturales nacionales no avanzan sobre modelos de negocio donde se compartan y auditen públicamente los ingresos obtenidos por publicidad? ¿Es posible generar registros públicos nacionales sobre qué obras audiovisuales se utilizan y cuánto dinero hay que distribuir entre los autores, actores, intérpretes, directores y quienes invierten en las plataformas de contenidos nacionales?
Las políticas culturales sobre la gestión estratégica del valor intelectual en las capas superiores de Internet también van a construir el futuro de las industrias audiovisuales en la República Argentina. Pero, además de políticas culturales, es necesaria una urgente adecuación de los modelos de negocio industriales y el desarrollo de modelos de publicidad auditables por todas las partes interesadas en la utilización de las obras intelectuales. ¡La legalidad es el mejor de los caminos!
* El Dr. Ariel Vercelli es Presidente de BIENES COMUNES A. C. e Investigador del CONICET / IEC-UNQ