Con el advenimiento de Internet y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), surgió toda una nueva serie de propuestas, reivindicaciones, tensiones, reclamos y luchas en el escenario mundial.  Novedosas formas de participación política se empalmaron con las tradicionales opciones que la vida democrática experimentó en los últimos siglos. El Partido Pirata es, tal vez, una de las curiosas y ascendentes maneras de comprobar estas mixturas entre la sociedad civil y la cultura digital. Un movimiento que en la actualidad cuenta con legisladores en varios parlamentos del mundo.

En el 2006 apareció en Suecia el primer Partido Pirata. Según las crónicas del momento, esta nueva fuerza despertaba curiosidad pero por la rareza de sumarse a la contienda electoral que ese año se iba a celebrar en ese país nórdico. Rápidamente esa concepción cambió entre la franja etaria más joven de los votantes a quienes les interesó  principalmente la propuesta inicial: "La reforma de las leyes de propiedad intelectual e industrial del su país?.

Esa consigna tenía como ejes fundamentales: Reformar las patentes y el Copyright, respeto del dominio público para todas las organizaciones y entes de investigación, y dar impulso al software libre como políticas de estado. Luego de ganar varios lugares en las diferentes legislaturas suecas, los "piratas? lograron en 2009 tener dos escaños en el Parlamento Europeo cuyos representantes son: Amelia Andersdotter y Christian Engströn.

De forma casi inmediata ese movimiento que mixtura el ciberactivismo, el sistema partidario y la democracia representativa (a veces criticada por ellos mismos) comenzó a replicarse en otras partes del mundo, principalmente en Europa.

Por ejemplo, cuando este mes termine, el Parlamento de Berlín tendrá entre sus legisladores regionales a 15 representantes del Partido Pirata Alemán. En las elecciones de septiembre pasado esta nueva fuerza alcanzó el 9 por ciento de los votos necesarios. Este mismo año los "piratas? alemanes cosecharon 31 representantes en 21 ciudades de ese país. El dato político de esta fuerza es que, manteniendo las mismas proclamas sobre la libertad en las redes, propusieron en su plataforma de campaña otras cuestiones que están más abocadas a diversos aspectos sociales como una "mayor participación ciudadana en la política?, "la legalización de las drogas? y "la separación entre Iglesia y Estado?.

Según diferentes cables de noticias provenientes del exterior, el líder de los "piratas? Andreas Baum  estimó que la gente confió en su partido "porque aportará nuevos aires" al Parlamento. En este sentido,  consideró que su espacio está compuesto por "nativos digitales? que no se alinean ni con la derecha ni con la izquierda, aunque reconocen que gran parte del influjo juvenil que el Partido Pirata recibe proviene de sectores de la izquierda europea y de movimientos ecologistas.

En la actualidad existen aproximadamente 18 Partidos Piratas en todo el mundo que están legalmente reconocidos y una cifra similar que esperan su reconocimiento o prefieren mantenerse todavía como expresiones por fuera del circuito electoral.

En Argentina el Partido Pirata local no compitió en ninguna de las elecciones que se celebraron hasta el momento ni tampoco se presentarán en las presidenciales del 23 de octubre. En el sitio http://www.partidopirata.com.ar/ se puede ver, sin embargo, un activismo similar a los "piratas? de otras partes del mundo con campañas que abordan temáticas locales al igual que reivindicaciones internacionales.

Con respecto a esto último, tanto el Partido Pirata Argentino como todos los demás se encuentran en una fuerte estrategia de difusión de las manifestaciones de los diferentes movimientos de "Indignados? en todo el mundo. El caso emblemático de esto es "Occupy Wall Street? ya que la mayoría de los sitios gestionados por los "piratas? difunden y transmiten en vivo las manifestaciones que se dan en el corazón económico de Nueva York.

De esta manera, un movimiento propio de la era digital pasó del ciberactivismo, exclusivo de la red, a la participación política en las calles y en los diferentes parlamentos. La llegada al ámbito legislativo en sus inicios estuvo ligada precisamente a cuestiones propias de la gestión de la cultura digital como son la lucha por las patentes, el Copyright, el Copyleft y el Software Libre. En la actualidad varios de estos Partidos Piratas extendieron esas proclamas a cuestiones que tienen que ver con otras esferas de la vida civil.