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Entre los funcionarios que participaron del acto, el secretario de Justicia de la Nación, Julián Alvarez, afirmó que la señalización "forma parte de las políticas de derechos humanos y de apostar a una Argentina que despierta después de tantos años de ocultamiento".

"Néstor (Kirchner) cuando recorrió la ESMA, y la transformó en un espacio de memoria, señaló un conflicto que estuvo oculto durante mucho tiempo", dijo Alvarez al responsabilizar a los "medios concentrados y a la corporación judicial" de ocultar los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar.

En tanto, el asesor de la Secretaría de Derechos Humanos, Agustín Cetrangolo, aseguró que "señalizar no es el fin sino el inicio para un Estado, para los vecinos y organizaciones de poder reivindicar la lucha de los compañeros, sino de recuperar historias en el barrio y permitir ubicar represores, identificar los más de 450 centros clandestinos que aún faltan y encontrar a los 400 hermanos que fueron apropiados".

Por su parte, el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, resaltó el apoyo de familiares de las víctimas del terrorismo de Estado en Lanús y recordó que en el partido se rinde homenaje a 278 vecinos desaparecidos colocando una placa y un ceibo en el lugar donde vivieron.

"El terrorismo de Estado operó con brazos ejecutores, pero también con civiles, delatores, entreguistas y asesinos que siguen caminando por la ciudad", remarcó el jefe comunal al aclarar que "no somos vengativos, pero tenemos memoria y queremos justicia".

A un día del plazo para que los medios se adecuen a la ley de servicios de comunicación audiovisual, Díaz Pérez acusó a Clarín de ser "una organización facciosa que se encargó de silenciar y organizar a la sociedad para que no se descubran los delitos perpetrados" por la dictadura cívico-militar.

Emilce Moler, sobreviviente de La Noche de los Lápices que estuvo detenida en el lugar recordó aquel diciembre de 1976 tras ser trasladada junto a otros compañeros de escuela desde el centro clandestino Arana, en la ciudad de La Plata, con apenas 17 años.

"Vuelvo aquí por primera vez y aunque sea doloroso, creo que tenemos que estar por la memoria de nuestros compañeros y porque todavía hay gente que dice que estamos en una dictadura", señaló Moler que  actualmente milita en la Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires y que frente a los uniformados pidió "una policía al servico del proyecto nacional".

En tanto, Walter Docter, otro de los sobrevivientes de la Comisaría 3ra, señaló que su testimonio "forma parte de la militancia y de sanear la sociedad" y dijo que "señalizar un lugar ayuda a crear una sociedad con una generación diferente".

Estuvieron también presentes, el secretario de Derechos Humanos de la provincia, Guido Carlotto, el integrante de la Comisión Provincial por la Memoria, Alejandro Mosquera, el director de Derechos Humanos local, Matías Acuña, diputados provinciales,y consejales locales.

Durante el acto en el que se descubrió una placa que indica que "aquí se cometieron crímenes de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado", estuvieron presentes agrupaciones como La Cámpora, Movimiento Evita, CTA Lanús, Kolina, Juventud de Nuevo Encuentro, entre otras.

La comisaría 3ra. de Valentí Alsina alojó desde antes del golpe de 1976 a perseguidos políticos y sociales,entre ellos los estudiantes secundarios de  La Noche de los Lápices.

Gran parte de los detenidos provenían de los centros ilegales "El Vesubio", Destacamento de ArAna, "Pozo de Banfield" y "Pozo de Quilmes",pertenecientes al denominado Circuito Camps.

Con esta señalización, ya suman 48 los centros clandestinos de detención ilegal identificados por la Secretaría de Derechos Humanos y la Red de Federal de Sitios de Memoria a través del Archivo Nacional de la Memoria, para mostrar el compromiso del Estado de dar a conocer y condenar los hechos ocurridos y preservar la memoria colectiva.
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