
La consolidación de este escenario obliga a un doble replanteo que surja como respuesta a esta matriz perversa que excluye el derecho a la información y la presencia de actores sin fines de lucro incorporados a un nuevo esquema de medios de comunicación. Por un lado, el rol del Estado en relación al sector, por otro la idea de profesionalización del periodismo. En resumen, el vértice sobre el que se desarrolla la discusión más intensa y la que más deudas arroja en las sociedades democráticas del tercer milenio. En relación a la profesionalización, entre los debates de modelos y relatos, surge estoica la figura del periodista que resiste en virtud de tres banderas: la posibilidad de la autonomía, más noble que la neutralidad y menos ingenua que la objetividad, la necesidad de normas profesionales específicas que reconfiguren una ética y un sentido de pertenencia y la orientación de la profesión como un servicio público, como en esbozo de responsabilidad social. El rol del Estado, superpone distintas superficies de análisis que confluyen en una sola idea: garantizar la diversidad que propone la multiplicación de voces. Este concepto funciona como síntesis porque ofrece una perspectiva de un estado activo en toda su dimensión. No existe multiplicación sin expansión de la realidad y no hay expansión sin justicia social. Porque estamos en presencia de un proyecto que ha multiplicado las voces, es que podemos sostener la necesidad de la plena vigencia de una ley que las haga públicas y masivas. La aritmética es precisa en la metáfora: para multiplicar hay que ser exactos.
Como síntesis de un Estado que garantiza, a través de la responsabilidad en el tratamiento de la noticia, el derecho a la información y la libertad de expresión.De la revitalización del papel del Estado encarnado en la jerarquía de las políticas públicas que han permitido articular los fundamentos de la inclusión y el crecimiento y de un reverdecer de la actividad periodística bajo los parámetros de calidad y profesionalismo, surge esta herramienta comunicacional que propone Télam.
Pedro Perez
Los fundamentos de la comunicación en el tercer milenio. La profesionalidad que exige la tarea informativa. El derecho de las voces multiplicadas. El estado a la vanguardia de los nuevos desarrollos. Fundamentos de una única concepción: crecer en horizontal, para que la diversidad garantice una realidad irreductible, el derecho de un país para todos.