
Los desafíos políticos para el campo
“Hay que discutir diferenciando al sujeto, el campo no el mismo”, afirmó Esteban Motta

Esteban Motta
presidente del Movimiento Argentino de Jóvenes AgrariosEn esto no difiere Gustavo Grobocopatel

Gustavo Grobocopatel
CEO del grupo Los GroboSin embargo, Motta

Esteban Motta
El Estado tiene que intervenir en el mercado de comercialización, generando precios mínimos sostén que garanticen la rentabilidad del pequeño productor y la viabilidad productiva del proceso.
Estimó que “tiene que ser con participación de toda la cadena y los sectores privados en la mesa, y el objetivo debe ser un precio saludable para el productor y para el mercado interno, y un sistema de regulación que garantice que no se generen estos conflictos que terminan poniendo en vilo la economía del país”.
En la misma línea Guillermo Martini

Guillermo Martini
coordinador de la Corriente Agraria Nacional y Popular (CANPO)Para Gustavo Grobocopatel

Gustavo Grobocopatel
CEO del grupo Los GroboConsideró que “el rol del Estado es central, es para mí muy importante. Yo soy un defensor a ultranza de que no hay capitalismo sin Estado de calidad. Yo creo que el Estado además de fuerte, tiene que ser grande, importante. La sociedad argentina quiere un Estado más presente y más grande. A lo mejor, la sociedad chilena no, pero la sociedad argentina sí”.

Gustavo Grobocopatel
Evaluó que “el Estado ha tenido por acción o por omisión impactos positivos y negativos. En los últimos años yo creo que ha habido cosas muy positivas del Estado, básicamente el estímulo a la ciencia y a la tecnología; Argentina ha retomado el liderazgo en esa senda, a nivel biológico”.
la presión impositiva hizo más lento el proceso. Y eso no es bueno para nadie. Hay un punto que tiene que ver con la presión impositiva y otro con la intervención del Estado en los mercados. El Estado debe poner las reglas y los límites al mercado, no intervenirlo con aprobaciones y desaprobaciones que desestimulan a productores a seguir produciendo.
También destacó que “hay cuestiones vinculadas con el aumento de la producción y la necesidad de infraestructura, que también es una responsabilidad del Estado: la creación de bienes públicos, fundamentalmente en el interior. El desarrollo agrícola requiere buena salud, buena educación, autovías, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, para que la gente pueda moverse fácilmente hacia el interior y desde el interior”.
A pesar de su mirada crítica, Gustavo Grobocopatel

Gustavo Grobocopatel.
“Me parece que tenemos que apuntar a eso, a ver cómo llegamos para llegar a eso. Y eso lo podemos hacer en 2020 o en 2018. Yo soy mucho más optimista que los números que tiene el Plan Estratégico. Ahora, bueno, hay que ir resolviendo algunas cuestiones: una de corto plazo vinculada con el comercio de granos y la presión impositiva en el trigo, en el girasol o en el maíz, con la carne, la leche, con facilitar la inversión. Me parece que se han cometido errores que habría que rectificarlos”, indicó el productor.
La soberanía alimentaria es estratégica
Afirmó que “en la agenda del mundo está Argentina como proveedor de alimentos, materias primas pero también alimentos industrializados. Con lo cual hay un escenario muy bueno, muy optimista para los próximos años”.
“Vamos a seguir hablando de soja pero en realidad nosotros no comemos soja, hay que mirar con mucha atención el desarrollo de aquellas economías que hacen a la producción de alimentos” sostuvo Carlos Casamiquela

Carlos Casamiquela
ministro de Agricultura, Ganadería y PescaEl titular de la cartera agropecuaria aseguró que “lo que tiene que hacer la Argentina es acelerar el proceso de transformación de los granos con valor agregado que en otros productos, ya se está haciendo, hay que seguir evitando la exportación lineal y simple de granos y empezar a producir algún grado de industrialización previa, algún producto, el más elaborado o el que se puede económicamente desarrollar”.

Cristina Fernández de Kirchner inaugurando un seminario sobre el Plan Estratégico Agrolimentario
“Hoy debe haber 400 plantas de obtención de aceite de soja desparramadas entre Santa Fe, Córdoba y norte de Buenos Aires en manos de productores asociados que elaboran su propia producción y en lugar de ir al puerto con granos, van con aceite, y esto genera una situación económica totalmente diferente. Y Argentina tiene en esto un potencial fenomenal”.